Álex Siordia plasma una intervención de color como una interpretación contemporánea del arcoíris, símbolo representativo de la comunidad LGBTTTIQ+.
Satura de color los elementos estructurales o más representativos de cada mueble representando todos los pilares de la comunidad, dejando el resto en color negro, recordando la seriedad e importancia de la lucha de los diferentes colectivos por los derechos de todxs.